1990: El año de Super Mario Bros 3

Un 12 de febrero de 1990 llegó a América el cierre de la trilogía de Super Mario Bros en el Nintendo Entertainment System, no solo definiendo el mercado de los videojuegos sino dejando que millones de consolas NES se ubicaran en los hogares de las familias americanas. Juguetes, serie animada y hasta cereales, Super Mario Bros 3 fue uno de los pilares triple A más fuertes lanzados por Nintendo al inicio de los 90.

Hasta el día de hoy se considera uno de los mejores videojuegos en la historia, todo por las novedades implementadas que se convertirían en referentes posteriores para otras compañías. El mapa del mundo de juego brindaba libertades que otros títulos plataformas no tuvieron antes, además de los poderes adicionales que se sumaban al inventario para usos futuros y necesarios. Todo lo aprendido por Nintendo en la era del NES se aplicó en este juego que significó el cierre de la tercera generación de consolas, algo así como lo que hizo GTA 5 en la séptima generación.

El cielo era el límite, pues por primera vez el plomero heroico obtuvo la habilidad de volar por una limitada cantidad de tiempo gracias al medidor de poder (P-Meter), la suficiente para hacernos maravillar con el traje mapache y su incesante coleteo planeador, cola que también servía para golpear bloques y enemigos. Pero también estaban el traje Tanooki con habilidades de convertirse en estatua; el traje de Sapo para nadar con mayor facilidad; y el escaso traje Martillo que nos brindaba el poder de los Hammer Bros.

No era difícil acostumbrarse a estos nuevos poderes y habilidades, el primer nivel de Super Mario Bros 3 nos familiarizaba con el dominio del vuelo y ataques a tortugas, donde el poder agarrar el caparazón y lanzarlo nuevamente en contra de su dueño resultaba en algo simplemente poderoso. Pero no solo de Goombas, Koopas y Buzzy Beetles estaba compuesto el catálogo de adversarios, pues esta tercera entrega añadió una buena cantidad de nuevos enemigos que se convertirían en favoritos de la franquicia de Nintendo.

Boos, Chain Chomps, Thwomps, Koopalings (que no son hijos de Bowser), el legado de Mario le debe todo a Super Mario Bros 3. Teniendo que superar siete mundos para llegar hasta el octavo con Bowser y rescatar a una Peach con el cabello castaño (quizás rubia tinturada), cada jefe final presentaba un diferente Koopaling con variados ataques, novedad que se volvería a aplicar en la serie New Super Mario Bros.

También teníamos los mundos temáticos, cada uno perfectamente recreado en 2D con muy detallados y finos sprites, brindando desiertos, mares, tierra de gigantes, castillos en las nubes, niveles congelados, un endiablado mundo de plantas carnívoras y tuberías, hasta el definitivo reino oscuro de Bowser con una de las fortalezas más difíciles de superar, justo la que precedía a su castillo real.

De momentos dorados está compuesto Super Mario Bros 3. Un sospechoso y estático sol en el desierto que de un momento para otro resulta atacando a los hermanos Mario y Luigi; una balsa para navegar (sin mucha utilidad); gigantes Koopas y Goombas; la bota Kuribo con la cual los jugadores podían pararse sobre Spinys y Munchers sin sufrir daño alguno; el incesante nivel de plataformas aéreas en el Mundo 8 con auto-desplazamiento; las manos del Mundo 8 y las estatuas de Bowser con rayos láser.

Fue un enorme salto el de Nintendo dentro de la misma generación, teniendo en cuenta que Super Mario Bros 2 fue solo una adaptación del japonés Doki Doki Panic y que The Lost Levels, el verdadero SMB2 para Japón, se sentía como una expansión con mayor dificultad del primer juego. Super Mario Bros 3 exprimió al máximo el hardware del NES, solo nos quedó debiendo un sistema para guardar el progreso (que si tenía Zelda, Kirby o Final Fantasy), que no hubiese soportado passwords. Esto mismo provocó interminables tardes después de clases repitiendo una y otra vez los niveles primarios con el objetivo de derrotar a Bowser. Afortunadamente descubrimos las flautas, el Mundo 9 y sus siete tuberías/atajos.

La exploración, la creatividad de Miyamoto, los mundos coloridos, el reto, Super Mario Bros 3 conjugó en un solo título todo lo que amamos de los juegos de Mario, su simplicidad y a la vez complejidad. Si quieres saber o enseñarle a otros por qué todo el mundo ama a Mario, bien valdría la pena darle una probada a SMB3, si es que existe alguien que lo desconozca.

Sin embargo y como para rematar, un 21 de noviembre de 1990 Japón conocería la secuela directa Super Mario World en el recién lanzado Super Nintendo Entertainment System. Y eso, damas y caballeros, hace parte de otra apasionante historia.