[Análisis] Thief
Han pasado 10 años desde que tuvimos el último juego de la saga Thief, exclusivo de PC y Xbox en esa época, tiempo más que suficiente para que una próxima entrega se hiciera desear. Desarrollado por Eidos Montreal y Square Enix, Thief se convirtió en una las reediciones más esperadas para la nueva generación y, a priori, uno de los títulos más prometedores de este año. ¿Tendrá el maestro ladrón lo suficiente para cautivar a los jugadores? Lo veremos a continuación.
Los hechos en los que se desenvuelve la historia son algo extraños, pero no diremos mucho para que puedan descifrar la trama. Nuestro experto ladrón Garrett, junto con su compañera Erín, son contratados para robar una joya antigua pero algo sale mal. Erín desaparece y nuestro personaje vuelve en sí casi un año después de los sucesos. Aunque no se mortifica mucho por el tiempo perdido, a veces notaremos su angustia de saber dónde estuvo y qué pasó con su compañera. La historia no es mala, pero nos deja bastante vacíos, es poco profunda y a veces demasiado forzada.
Nuestro personaje puede desplazarse libremente por todo el escenario, siendo las partes oscuras donde mejor camuflados estaremos. Mientras nos movamos en las sombras no tendremos ningún problema con los guardias y podremos robar libremente todo lo que podamos. Pero esto no es todo, en muchas partes de los escenarios encontraremos vidrios en el suelo que tendremos que pasar con mucho cuidado porque el más mínimo ruido alertará a los guardias. Además, por las zonas abiertas de accesos a hogares o habitaciones nos toparemos con animales como perros, loros o cuervos que advertirán de nuestra presencia. La luz es nuestro enemigo natural, pero se puede desactivar en muchas ocasiones. Las velas son fáciles de apagar junto con algunos interruptores de luz, pero habrá luces perpetuas imposibles de evitar y en este caso lo más recomendable es encontrar otro camino.
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Gran parte del juego de desarrolla en la ciudad de Ribera y los mercados aledaños, mostrándonos un diseño lúgubre y aterrador donde muy pocas veces veremos la luz del día. En este punto se presenta una de las cosas que menos nos ha gustado, los excesivos viajes entre sectores para llegar a las misiones. Aunque el mundo parece grande, con jugar solo un rato vemos que en realidad no es así y toca estar recorriendo muchas veces los mismos sectores. Dentro de la ciudad solo nos debemos preocupar por los guardias, pero cuando entremos a una casa hasta un simple cocinero es un problema. Como siempre, en este tipo de juegos es mejor evitar a todos de cualquier forma posible.
En un título de este tipo el verdadero reto es completar las misiones sin ser detectado algo que, naturalmente, va de la mano del nivel de dificultad, lo que nos hará intentarlo una y otra vez desde último punto de control.
Robar todo es complicado, más no imposible. Podremos entrar a muchas casas y tiendas y casi todos los cajones se pueden revisar aunque no todos tienen algo de valor, detalle no termina de cuajar ya que en muchas ocasiones no encontramos nada y la exploración solo se convierte en una pérdida de tiempo. En algunas misiones la cantidad de guardias es bastante pobre, pero en otras es impresionante, tanto así que tendremos que esperar y analizar sus movimientos puesto que apagar las luces no servirá de nada. Ellos la prenderán de nuevo.
Tenemos varias herramientas a nuestra disposición pensadas para hacer las misiones de forma sigilosa, sin embargo, se pueden usar de forma letal y menos discreta. Entre las armas contamos con flechas de diferente tipo: las aromáticas, que sirven para dar buenos golpes, las de punta filosa, indispensables para asesinar, las de agua, útiles para apagar fuego, así mismo, tendremos las incendiarias, explosivas y otras tantas. Personalmente, optamos por las sigilosas, por lo cual no usamos mucho las armas fulminantes.
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La cantidad de objetos a coleccionar es muy grande y, en su mayoría, difíciles de encontrar. Generalmente, las cajas fuertes necesitan una clave que no tenemos idea dónde puede estar y si queremos abrirla hay que tener mucha paciencia y recorrer todo paso por paso.
Cuando empezamos Thief lo hicimos en nivel normal pero después de un tiempo lo volvimos a empezar con la máxima dificultad, esto debido a lo fácil que es el juego. Los guardias pasan por nuestro lado y solo porque estamos agachados no nos ven (claro, hablando en nivel de dificultad normal e inferior). Entendemos que sea un lugar oscuro y estemos agachados, pero que todos los guardias nos pasen por alto como si fueran ciegos, no. En los niveles de mayor dificultad, son más cautelosos y se mueven al mínimo ruido, pero siguen siendo muy malos con la vista. Lo más sorprendente es que cuando estamos a plena luz, los guardias, por más lejos que estén, nos detectarán aun sin nosotros saber dónde se encuentran.
Estamos ente un título que no escatimó en nivel gráfico y artístico. El poder del Unreal Engine junto con el desarrollo gráfico AMD hacen de este juego visualmente agradable. Los edificios presentan un acabado que se ajusta a la época victoriana y los personajes se encuentran bien detallados, aunque carentes de emociones. Sin duda alguna, lo mejor del juego es su ambientación, una ciudad lúgubre que intenta soportar una extraña enfermedad. La iluminación es muy destacable, realizada por capas del mismo motor gráfico lo que hace que el escenario brille de acuerdo a la ubicación del resplandor.
En temas de sonido, no es el mejor apartado, pero está muy bien constituido. Los sonidos de pisadas, flechas y vidrios aunque son leves, logran atraer guardias, mientras que los de agarre (que son más fuertes) no levantan sospecha. La música y ambientación está muy bien establecida, acorde a cada acontecimiento.
Thief es uno de los juegos que se hizo esperar desde su primer gameplay pero que se alejó bastante de lo que parecía. Aunque de inicio es un buen título, se vuelve repetitivo, con áreas exageradamente pequeñas. Solo las personas que le tengan buen gusto al sigilo lo van a disfrutar. Lo más recomendable es jugarlo en un nivel alto de dificultad para sacarle más provecho, pero en términos generales es un título que deja mucho que desear tanto a nivel de historia como a nivel de exploración.
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