[Análisis] Castlevania: Lords of Shadow 2

En el 2010, MercurySteam desarrolló el renacimiento de una de las sagas más conocidas de los videojuegos, Castlevania, bajo el sobrenombre de Lords of Shadow. Konami presentó un increíble juego que relataba la vida de Gabriel Belmont y su misión contra las fuerzas de la oscuridad. Cuatro años después, MercurySteam y Konami nos presentan la culminación de esta historia, que continuó en Castlevania: Lords of Shadow – Mirror of Fate (3DS, PSN, Xbox Live).

La historia de esta tercera entrega se sitúa muchos siglos después de lo visto en Lords of Shadow y Mirror of Fate. De nuevo jugaremos con Gabriel, pero esta vez convertido en Drácula, después de los sucesos del primer y segundo juego. Empezaremos defendiéndonos de una invasión a nuestro castillo, después mediante imágenes nos irán contando los sucesos posteriores, hasta iniciar de nuevo con un Drácula viejo, cansado y agotado, que solo busca el descanso definitivo.

En este momento aparece un viejo conocido, Zobek, quien le promete darle el descanso eterno, si le ayudamos a evitar el regresó de Satán al mundo de los humanos. Desde este punto en adelante la historia avanzará de forma directa para evitar la llegada del infierno a la tierra, con mucho suspenso, drama y sobre todo cinemáticas.

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El viejo Drácula

Una de las cosas que más impresiona es ver a Gabriel en un estado tan lamentable, teniendo que esconderse, usar sigilo y atacar por la espalda, esto mientras recuperamos las fuerzas y volvemos a tener el mismo personaje inicial. Da mucha lástima que no durara más, puesto que era muy entretenido y superior a muchas partes del juego.

Un movimiento brusco y perdido

En cuanto a la jugabilidad vemos tantos problemas que es inevitable empezar nombrando estos defectos. Gabriel, aunque más fuerte que nunca es demasiado brusco, con movimientos muy perdidos al atacar, huir o defenderse, tanto que muchas veces es difícil hacer cualquiera de las tres, ocasionando que nos maten continuamente.

Volvemos a tener un juego de aventura junto con acción de tipo hack and slash con recorridos. Tenemos dos armas principales, la espada del vacío y los puños del caos, además nuestro látigo sombra. Sumándole a esto habilidades como dagas de sangre, murciélagos y orbes, estos últimos nos ayudarán de acuerdo a su función, dándonos sangre, poder, deteniendo el tiempo, entre otros. Cada arma tiene habilidades propias, la espada nos permite congelar, mientras que los puños envían bolas de fuego.

Con cada enemigo que eliminemos ganaremos puntos de experiencia, con estos podremos mejorar nuestras técnicas o comprar nuevas. Al eliminar enemigos también iremos llenando las capacidades de cada una, así que debemos derrotarlos usando todas las técnicas, si queremos llenar las habilidades y sacar todos los trofeos.

Como en todo juego de este tipo, encontraremos cofres que nos permitirán incrementar el nivel de sangre y poderes, además encontraremos información sobre los antiguos caballeros que invadieron el castillo, siendo estas lecturas muy interesantes.

Entre dos mundos

Aunque ha pasado mucho tiempo, Drácula todavía puede acceder a su castillo desde unas zonas oscuras, que actúan como portales, trasladándonos hasta diferentes sectores que se irán abriendo conforme obtengamos más poder. Para guiarnos tendremos el poder del lobo que nos indicará donde está el portal y nos ayudará a acceder, aunque la mayoría de las veces solo nos pierda. El resto del mundo, es tal cual lo conocemos, aunque en ocasiones pasaremos mucho por los mismos sectores, hablando de la ciudad.

Ambientado con sangre

Gráficamente tenemos un buen juego, que se comporta excelente en consola y aun mejor en PC, logrando explotar en su máxima capacidad el motor gráfico, Mercury Engine, mostrándonos una representación asombrosa de Gabriel, los aliados y enemigos. La escenografía inicial es impresionante, hablando del castillo, la ciudad abierta y algunos interiores, de resto vemos un trabajo bueno pero muy común y poco interesante, no por ser malo sino repetitivo.

La sangre es parte fundamental de la ambientación y esto lo hacen notar muy rápidamente, lo que nos sorprende que solo para nuestro personaje sea visual, puesto que el piso y los enemigos nunca se manchan como si lo hace Gabriel.

En el tema sonoro vemos un excelente trabajo, muy por encima de su juego anterior, las voces, los gritos, la narración, la ambientación, todo es excelente, es el único apartado que merece una mención de honor, pues no se puede negar que las cinemáticas tan largas muchas veces cansan.

En general, Castlevania: Lords of Shadow 2 es menos de lo que esperábamos comparándolo con su versión anterior. Aunque es un juego entretenido, es muy tosco, llegando a un punto que logra aburrirnos después de un rato. Hubiera sido bueno retomar la supervisión por parte de Hideo Kojima, como se hizo con el primer juego.

¿Será tiempo de volver a las raíces 2D/RPG?