PlayStation 3 no es aceptada en las cárceles francesas

Según el artículo D449-1 del Código de Procedimientos Penales de Francia, los prisioneros en las cárceles de dicho país tienen derecho a poseer y usar una consola en su centro de reclusión, bajo ciertas condiciones y con la supervisión de la administración penitenciaria. Amparándose en este artículo, un recluso ha solicitado al tribunal administrativo de Marsella que le regrese su PlayStation 3.

Un prisionero sin nombre, el cual los medios han llaman señor B desde su encarcelamiento en el 2009, tenía el privilegio de usar un PS3 en su centro de reclusión, sin embargo, el convicto fue trasladado de prisión en dos ocasiones y en ambos lugares le negaron el uso de la consola de Sony.

El señor B había presentado una querella que fue rechazada ante el tribunal administrativo de Marsella para que le regresarán su consola, sin embargo, el  prisionero volvió a insistir y en este año solicitó una apelación a la decisión que nuevamente fue denegada.

La entidad gubernamental dictaminó que las cárceles Fresnes y Arles actuaron bajo la ley, pues la consola del ‘señor B’ representaba un problema para el orden y la seguridad penitenciaria, ya que el recluso por medio de ésta podría comunicarse con el mundo exterior.

Dentro de la apelación se especifica que el problema con la consola del ‘señor B’ era la posibilidad de ésta para conectarse a una red Wi-Fi, así mismo, se señala que la consola más adecuada para utilizar dentro del sistema penitenciario francés es la Xbox 360 Arcade, que no posee conexión inalámbrica.

Al gamer señor B la única opción que le queda es cambiar de consola, o definitivamente no jugar, pues su PS3 indiscutiblemente no es bien vista dentro del sistema penitencial.