Ralph Baer arremete contra la violencia que manejan los videojuegos

La inclusión de violencia en los videojuegos de hoy es uno de los tópicos por excelencia de las desarrolladoras. Ante esto, Ralph Baer, creador de la Magnavox Odyssey (la primera consola en el mercado que les permitía a las personas jugar ping pong con dos barras y una bola blanca que simulaba ser la pelota), ha manifestado su desagrado ante este tipo de títulos y dice sentirse avergonzado por la abominación en la que se ha convertido su obra.

“La actual tasa de violencia en los videojuegos es una desgracia. Lo que creé se ha convertido en una abominación. Puedes ver como ocurre lo mismo con la música, la literatura, el arte, con cualquier forma de arte”, señaló Baer en su entrevista al diario norteamericano Salt Lake Tribune.

Baer explicó que cuando pensó en el desarrollo de esta videoconsola su fin no iba más allá del de acercar a las familias para que compartieran un momento del día en torno a divertidos y sencillos juegos. Nunca imaginó la gran magnitud que su invento tendría con el paso del tiempo y la importancia que tiene en la vida de muchas personas hoy.

“Todo lo que hice fue ofrecer lo que creí que podría ser una idea divertida. Nadie se dio cuenta, ni siquiera por aquel entonces, que nos encontrábamos en aquella curva geométrica que iría creciendo y creciendo hasta el cielo. Era imprevisible. Estoy orgulloso de que sucediera. Y si no lo hubiera empezado yo, cualquier otro lo hubiera hecho”, aseguró Baer.

Vale la pena mencionar que en 2006 Ralph Baer recibió la Medalla Nacional de Tecnología por su trabajo desarrollado en el mundo de los videojuegos.

PRIMERA CONSOLA