El panorama de los juegos musicales como Rock Band y Guitar Hero es poco alentador

Las cifras no mienten: en 2008 los videojuegos musicales reportaron ganancias por 1600 millones de dólares; en 2009 cayeron hasta los 870 millones, casi un 50% menos, y para 2010 se espera que los títulos de este género si acaso recaudarán 400 millones de dólares. El ‘boom’ de los videojuegos musicales parece ir en caída libre, algo que hace presuponer un final apocalíptico para un género que hace dos años marcaba la parada.

Uno de los principales motivos es el alto precio que hay que pagar para hacerse con uno de estos juegos, que siempre van de la mano con periféricos como guitarra, batería, micrófono, tornamesa, entre otros. Otro motivo es la ‘saturación’ de juegos en este género: actualmente nos encontramos con cualquier cantidad de títulos musicales, tributo, baile, Karaoke que a fin de cuentas, siguen la misma dinámica.

Los más optimistas apuestan a que los videojuegos musicales tendrán un ‘segundo aire’. Dance Central podría ser un indicio, aunque todavía no se conoce con exactitud cuánto ha vendido desde su lanzamiento. Sin embargo, noticias como el supuesto interés de vender Harmonix, desarrolladora de franquicias como Guitar Hero y Rock Band, hacen pensar que el declive de los videojuegos musicales será permanente. Si a esto le sumamos que DJ Hero 2 está pasando con más pena que gloria por las tiendas, parece que todo quedará reducido a entregas muy esporádicas y cada vez menos frecuentes.

El tiempo será el único que dictaminará el destino de los videojuegos musicales que, por ahora, es poco alentador.