Microsoft anunció el cese en la producción de Kinect V2 para Windows, aunque esto no significa que vayan abandonar el dispositivo como tal. Simplemente, la compañía pretende simplificar su línea de Kinect e invita a los desarrolladores a que usen la versión de Xbox One.
Según Microsoft, el Kinect de la consola funciona exactamente igual que el de Windows y solo necesita un adaptador (vale 49.99 dólares) para que sea compatible con un PC.
Hablando de Kinect como tal, el sensor no ha terminado de cuajar entre los jugadores y muchos descartaron la opción de comprar un Xbox One justo después de su lanzamiento al verse obligados a tener que adquirir Kinect, algo que también hizo que la consola fuera más costosa. Finalmente, Microsoft abrió los ojos y empezó a vender Xbox One sin Kinect y a menor precio. Los resultados hablaron por sí solos.
La compañía incluso ha considerado construir una versión de Xbox One que integre Kinect en su hardware, pero dice que todavía no cuenta con la tecnología suficiente para combinar el sensor y la consola en un solo sistema.
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