El significado de los juegos de E.T. desenterrados en Nuevo México

A través de Xbox Wire y gracias a unas fotos publicadas por Larry Hryb “Major Nelson”, se pudo conocer la verdad el pasado sábado 26 de abril de lo que ocurría en el desierto de Alamogordo, Nuevo México. Tal como si tratasen de desenmascarar una vieja teoría de conspiración, decenas de equipos y periodistas se encontraban listos para reportar lo sucedido, el objetivo no era otro sino desmitificar los supuestos cartuchos del juego ‘E.T. the Extra-Terrestrial’ para Atari 2600, enterrados hace tres décadas en aquel lugar.

Los inicios de la labor de remoción de tierra fueron alentadores. “Hemos encontrado pruebas prometedoras, como un viejo joystick de Atari 2600 y un cartucho de ‘E.T. the Extra-Terrestrial’, una caja, un manual de instrucciones y la confirmación de muchos más ahí abajo”, aseguro el staff de Xbox Wire. La idea del equipo de Xbox yacía en la realización de un documental sobre este hecho, uno exclusivo para las plataformas de Microsoft y que se llegaría a titular Atari: Game Over.

La historia se convirtió en todo un mito gracias a cabezas de Atari como Allan Alcorn, ingeniero encargado de la versión arcade de Pong para la compañía, quien en su momento confesó la estrategia apresurada ordenada por Nolan Bushnell, padre y líder de Atari. Debido al lanzamiento en junio de 1982 de la película E.T. the Extra-Terrestrial, se lograron obtener los derechos para el videojuego pero éste tuvo un muy escaso tiempo de desarrollo, donde ni siquiera pudo pasar por la etapa de pruebas por parte de debuggers y game testers.

Con el afán de tenerlo listo para la temporada navideña de 1982, Atari lanzó el juego para la consola 2600 esperando que fuera un éxito inmediato debido al buen recibimiento de la cinta de Steven Spielberg, e intentando recuperar la industria que por aquel entonces estaba desahuciada. Sin embargo, Spielberg recibió con poco gusto el juego, y con mayor razón, asegurando que esperaba algo más parecido a Pac-Man pero con E.T.

La realidad fue otra y la crítica destrozó al juego de Atari, tanto así que algunos aseguran que ésta fue la gota que rebosó la copa para la gran crisis de 1983, que rompió la burbuja de los videojuegos con un mercado lleno de títulos de pésima calidad y baja demanda por los mismos. Como medida de emergencia, Atari decidió enterrar los miles de cartuchos sin vender de E.T. the Extra-Terrestrial en Alamogordo, Nuevo México, básicamente miles de dólares perdidos pero como una medida para deshacerse de los juegos sin perder más dinero todavía.

Bajo tierra yacía el catalogado “peor videojuego de la historia”.

Más de 30 años después, el estudio canadiense Fuel Entertainment planeó en junio del 2013 realizar un documental registrando tan curioso y lamentable hecho sobre videojuego alguno. Tras los respectivos permisos con la comisión de Alamogordo y seis meses de fecha límite para la excavación, el equipo finalmente inició operaciones a comienzos de abril y encontró lo que buscaba cuatro semanas después, acompañado por copias de Centipede también para Atari 2600.

Aparte del material en video que servirá para el documental producido por Microsoft, queda la duda sobre el uso que se le dará a las copias del supuesto ‘peor videojuego de la historia’, pero lo cierto es que gracias a la categoría del coleccionismo en la cual caen todos los juegos clásicos (incluso aquellos de hace una década), juegos que no valían nada hace tres décadas se han valorizado descomunalmente. Nunca subestimes el poder del coleccionismo.

Haciendo referencia a Gandalf sobre los enanos de las Minas de Moria, los humanos de este tiempo cavaron tan profundamente que no se dieron cuenta del mal que liberaron. E.T. es el nuevo Balrog.